viernes, 10 de junio de 2011

¿Dónde están los ciudadanos?


Me motivó iniciar una serie de artículos sobre la ciudadanía, una conversación que sostuve recientemente con un amigo de vieja data, cubano de nacimiento y venezolano de elección. Matizada la conversa con un buen tabaco cubano y un exquisito ron venezolano, me comenta que ya hace algunos años se consiguió en las calles de Caracas a un amigo de la infancia que estaba por estas tierras como integrante de la misión médica cubana que maneja nuestro sistema de salud; lograron hacer un tiempo para conversar y su amigo médico, contándole de su experiencia en Venezuela, le pregunta: ¿Qué manía es esa de que todos los documentos oficiales deben comenzar dirigiéndose al destinatario con “Ciudadano”?,….Ciudadano Ministro de…., Ciudadano Director de…., Ciudadano Doctor…., etc. Este amigo de inmediato recordó las razones por las cuales se vio forzado a salir de Cuba y le explica a su interlocutor que además de ser la forma constitucionalmente correcta, en Venezuela es un orgullo ser ciudadano porque nos iguala a todos en nuestros derechos políticos, que por muy Ministro, Director o Doctor que seas, antes de eso eres Ciudadano como cualquier otra persona. Mientras termina su relato, lo interrumpo y le pregunto: ¿Tú estás seguro que los venezolanos estamos orgullosos de ser ciudadanos?, pues primero me vino a la mente el estado general de las cosas y la corresponsabilidad que tenemos en que así estén, a los derechos políticos que supuestamente compartimos todos.


Esa conversación se me ha quedado fijada en la conciencia y frecuentemente se me hace presente cada vez que las noticias diarias se me atraviesan; por más que haya responsables evidentes en cada problema nacional o local, se me hace imposible no pensar en la cuota de culpa que tenemos por ir cediendo cada día un pedacito de nuestra ciudadanía al miedo, a la comodidad, a los intereses individuales….

Con esta idea martillándome el parietal izquierdo, me di a la tarea de analizar algunas leyes, normas y discurso oficiales de 2010 y lo que va de 2011 para darme cuenta que la palabra ciudadano va desapareciendo. Así, ya no son ciudadanos los que necesitan casas sino “pobladores o pobladoras”, tampoco son ciudadanos quienes intercambian bienes o servicios sino “prosumidores o prosumidoras”; poco a poco nuevas leyes van sustituyendo el concepto de ciudadanía por conceptos donde el ejercicio de los derechos se van haciendo dependientes de la participación en las “misiones”, implicando la supremacía de la colectivización y diluyendo la concreción individual de los derechos humanos. Ni que decir de los tratos protocolares, ya el Presidente de la República no se refiere a los titulares de los otros “poderes” del estado como Ciudadana Presidenta de…. sino señora, camarada, compañero… dejando claro que no están ahí para velar por el ejercicio de los derechos constitucionales de los venezolanos, sino para velar por la construcción de un modelo político anti histórico comprobadamente fracasado.

Para comenzar a debatir con estas ideas, traigo a colación una de las definiciones que de ciudadano tiene el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua en el avance de su próxima edición: "Ciudadano: …/… 3. m. y f. Persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a sus leyes." Y vaya que esta definición dice mucho, más cuando parte de la sociedad venezolana ha sido expresamente excluida del ejercicio de sus derechos por su opinión política, en parte porque se ha dejado pero principalmente por la acción descarada de los poderes del Estado. 

Es mi propósito ir compartiendo con quienes lean este blog, algunos conceptos de ciudadanía y las realidades y percepciones que desde distintas visiones del acontecer venezolano podamos tener de su deterioro o no, de su necesidad para evolucionar como nación y de las tareas que habrá que desarrollar para ello. Sobre todo pretendo que discutamos ¿cuánto de la destrucción del concepto de ciudadanía lo hemos permitido nosotros mismos y qué debemos hacer para construirlo?

Espero mucho la crítica, este es un espacio abierto al diálogo libre ¡ a ver si vamos pariendo algunas ideas ! a ver si descubrimos ¿ Dónde están los ciudadanos ?

2 comentarios:

  1. Pues Vicente a parir ideas y concepto para rescatar nuestra ciudadanía. Excelente tu escrito para reflexionar sobre nuestros espacios perdidos

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  2. Excelente artículo y destaco el mea culpa: ¿cuánto de la destrucción del concepto de ciudadanía lo hemos permitido nosotros mismos y qué debemos hacer para construirlo? Empezamos permitiendo la supraconstitucionalidad y todo lo que de allí se deriva para convertir a éste señor en el Rey que hoy pretende ser. Ha acumulado demasiado poder y dificilmente podamos por la vía electoral salir de él, como paso previo para reconstruir el concepto de ciudadanía. Se oyen propuestas y acciones de los que siempre nos consideraremos ciudadanos

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